DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

16 de julio de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 16 de julio

Salmos, capítulos 111 al 113

Bienaventurado el hombre que teme a Jehová y le obedece. Su corazón está firme, confiando en el Señor. (Salmo 112:1, 7)

La redención de los hijos de Dios se acerca; no perdamos nuestra esperanza, perseveremos en ella siguiendo a Cristo con fidelidad, temiendo a Dios y viviendo de acuerdo a Su Palabra.
Que nuestra confianza permanezca en el Señor, hasta el fin!

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