DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

10 de julio de 2010

Nuestra lectura de hoy, sábado 10 de julio

Salmos, capítulos 93 al 95

Los ríos braman y levantan grandes olas; pero Tú, Señor, en las alturas, eres más poderoso que las olas y que el rugir de los mares. (Salmo 93:3-4)

El Señor está por encima de nuestras tormentas. El no dejará solos a los suyos. En medio de nuestras preocupaciones, Dios nos da consuelo y alegría; cuando creemos que nuestros pies están por resbalar, Su misericordia viene en nuestra ayuda para sustentarnos. El es nuestro refugio y la roca que nos defiende!
Puedes confiar en Su Palabra?

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