DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

14 de junio de 2010

Nuestra lectura de hoy, lunes 14 de junio

Salmos, capítulos 15 al 17

Señor, Tú eres nuestro Dios. Tú eres la herencia que ha escogido nuestro corazón; no hay para nosotros otro bien fuera de ti. Sin ti, nos falta todo!!
Tú llenas nuestra vida y satisfaces nuestra alma.

Te bendecimos porque Tú nos guías en las noches más oscuras; Tú enseñas nuestras conciencias; nos aconsejas; y en lo íntimo de nuestro ser, nos corriges aún por las noches.

Guarda siempre nuestros pasos en tus caminos. Tomados de tu mano, no caeremos.

¡Son dichosos los que viven en tu presencia, los que buscan tu rostro, y te aman con sinceridad!

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