DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

8 de mayo de 2010

Nuestra lectura de hoy, sábado 8 de mayo

2 Crónicas, capítulos 15 al 17

Contínuamente el Señor le recordaba a su pueblo que si le buscaban, lo encontrarían. Y efectivamente, cada generación que se volvió a Dios en medio de sus tribulaciones y le buscó de todo corazón y de toda su alma, le encontró y recibió Su paz, oportuno socorro y liberación.

Busquemos al Señor de todo corazón y viviremos...
"La paga del pecado es muerte; mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro." (Romanos 6:23)

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