DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

22 de mayo de 2010

Nuestra lectura de hoy, sábado 22 de mayo

Nehemías, capítulos 11 al 13

A pesar de tanta oposición, el pueblo de Israel junto con Nehemías, pudo terminar de reparar el muro de Jerusalén. Y todos celebraron llenos de alegría y agradecimiento para con Dios. (Nehemías 12:27,43)

Hacer la voluntad de Dios trae gran alegría a nuestras vidas; aunque tengamos que pasar por muchas dificultades, el resultado de agradar a Dios y obedecerle es gozo y paz en nuestro corazón.

"Hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu enseñanza llevo guardada en medio de mi corazón." (Salmo 40:8)

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