DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

23 de mayo de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 23 de mayo

Ester, capítulos 1 al 3

Esdras y Nehemías nos relataron sobre los judíos que volvieron del exilio, y el libro de ESTER nos cuenta sobre la vida de los que se quedaron y arraigaron en el imperio persa, las aflicciones que pasaron allí, cómo estuvieron a punto de ser exterminados, y la intervención de Dios para librarlos a través de una mujer judía que llegó a ser reina de Persia.

Los ojos de Dios están sobre cada uno de sus hijos. Somos el pueblo de Dios y El está velando por nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario