DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

26 de abril de 2010

Nuestra lectura de hoy, lunes 26 de abril

1 Crónicas, capítulos 8 al 10

Por desobedecer a Dios recurridamente y no tenerle en cuenta en sus decisiones, Saúl acabó sus días sin fe, atormentado en su alma, con su conciencia cauterizada y corrompida, y derrotado por sus enemigos. (1 Crónicas 10:13-14)

Triste ejemplo de rebelión contra Dios y naufragio espiritual... una luz roja de advertencia frente a nuestros ojos para que no sigamos el mismo camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario