DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

4 de abril de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 4 de abril

2 Samuel, capítulos 13 al 15

Podemos ser mal influenciados por nuestras amistades.

Buenos amigos son los que nos animan a fortalecer nuestra confianza en Dios (1 Samuel 23:16); y no los que nos aconsejan y ayudan para conseguir lo que deseamos aunque sea incorrecto o esté fuera de la voluntad o el tiempo de Dios. (2 Samuel 13:1-5)

"Bienaventurado el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios; sino que ama Su Palabra y en ella medita noche y día.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará." (Salmo 1:1-3)

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