DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

7 de febrero de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 7 de febrero

Levítico, capítulos 22 al 24

"No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano."
(Exodo 20:7)

Cualquier israelita que tomara el nombre de Dios en vano, era castigado con la muerte, sirviendo de advertencia para los demás y recordándoles que debían temer a Dios y reverenciarle. (Levítico 24:13-16)

Este "temer a Dios", no significa tenerle miedo, sino: 'obedecerle', 'adorarle', 'servirle'.
Y "reverenciar Su nombre" significa: 'respetarle'.
¿Cómo estamos nosotros?
Si hemos sido livianos con Dios en nuestro corazón, conduciéndonos con irreverencia delante de El...
Si hay tibieza, apatía, hipocresía o rebeldía dentro nuestro...
Si hemos tomado en poco su santidad...
Si no le hemos dado la gloria que sólo a El le corresponde...
Entonces, debemos arrepentirnos.
"Este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí..." (Isaías 29:13)
"Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra." (2Crónicas 7:14)
"Sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
porque nuestro Dios es fuego consumidor."
(Hebreos 12:28-29)

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