DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

22 de enero de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 22 de enero

Exodo, capítulos 14 al 16

Busquemos Su ayuda, clamemos a Dios si nos encontramos sin salida y desesperados... Apoyémonos en El...
No temamos, mantengámonos firmes y observemos cómo el Señor nos salva. (Exodo 14:13)

Dios revela Su grandeza y Su poder en medio de circunstancias que para nosotros son imposibles de resolver. No nos angustiemos, no volvamos atrás; avancemos creyendo Su Palabra...¡Y El peleará por nosotros!

Si Dios abrió el mar para salvar a Su pueblo, cómo no ayudará también a los que se refugian en Su nombre?

¡El Señor es fortaleza y salvación para todos los que le buscan!

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