DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

15 de noviembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, lunes 15 de noviembre

Mateo, capítulos 26 al 28

'Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.' (Mateo 28:20)


'Velen y oren para que no caigan en tentación; el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.' (Mateo 26:41)

Las palabras de Jesús traen ánimo a nuestro corazón... El está con nosotros aunque no podamos verle; Su Espíritu nos fortalece en nuestra debilidad, nos socorre en la adversidad, y nos consuela en medio de la aflicción. El Señor seguirá sosteniéndonos como ha prometido; El guardará la fe de los que confían en Su nombre para que no desmayen.

Mantengámonos alerta en nuestro espíritu buscando a Dios y volviendo cada día nuestro corazón hacia El.
Hablemos con nuestro Padre... la oración nos librará de caer en tentación.
Sigamos mirando a Cristo, confiemos en El, y obedezcamos Sus palabras.
Nuestro Dios, en quien hemos creído, es fiel.

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