DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

23 de agosto de 2010

Nuestra lectura de hoy, lunes 23 de agosto

Isaías, capítulos 24 al 26

Señor, Tú eres mi Dios; yo te alabo y bendigo tu nombre porque has hecho maravillas; y tus consejos antiguos son verdaderos y firmes.

Has sido fortaleza al pobre, fortaleza para el necesitado en su aflicción, refugio contra la tempestad, y sombra contra el calor.

Este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará... Llenémonos de gozo y alegría por Su salvación!!

Señor, Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

Confíen en el Señor perpetuamente porque en El está la fortaleza de los siglos. (Isaías 25:1, 4, 9 / 26:3-4)

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