DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

20 de julio de 2010

Nuestra lectura de hoy, martes 20 de julio

Salmos, capítulos 123 al 125

"Los que confían en el Señor son como el monte de Sión, que no se mueve, sino que permanece para siempre..." (Salmo 125:1)

Pueden soplar vientos o desatarse tempestades, pero el que ha puesto su confianza en Dios es inconmovible; no resbalará, pues su fe está puesta en Cristo, la Roca firme que lo sostiene y que permanece para siempre!

Sigamos confiande en Aquel que es fiel en cumplir Su Palabra. No dejemos de creerle...

No hay comentarios:

Publicar un comentario