DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

1 de junio de 2010

Nuestra lectura de hoy, martes 1 de junio

Job, capítulos 18 al 20

"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel... mis ojos lo verán..., aunque mi corazón desfallece dentro de mí."
(Job 19:25-27)

Sé que mi Redentor vive, aunque a veces esté en silencio...
Sé que El vive aunque ahora no pueda verlo. El vive y es mi fortaleza aunque en esta tierra tenga pruebas y aflicciones...
El es mi gozo y mi herencia eterna; y cuando acabe mi camino... le veré. Esa es mi esperanza y mi mayor alegría!
Con mis ojos cara a cara veré a mi Señor y Dios...

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