DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

3 de marzo de 2010

Nuestra lectura de hoy, miércoles 3 de marzo

Deuteronomio, capítulos 31 al 33

Al finalizar Deuteronomio finaliza también el Pentateuco, compuesto por los primeros 5 libros de la Biblia (Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio). Se atribuye a Moisés la composición de estos libros que narran la creación del mundo, del hombre y del pueblo de Israel.
Dios se reveló al hombre, se reveló al pueblo de Israel, y habitó en medio de ellos preparándoles para la venida de Jesucristo. Hoy, sigue revelándose a nuestros corazones a través de Su amado Hijo.

Los que hemos sido redimidos por Cristo: Esforcémonos, no nos desanimemos, no tengamos miedo, porque el Señor nuestro Dios está con nosotros; no nos dejará ni nos desamparará. (Deuteronomio 31:6)

Jesús dijo:
"Yo estoy con ustedes todos los días,
hasta el fin del mundo."
(Mateo 28:20)

No hay comentarios:

Publicar un comentario