DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

24 de diciembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 24 de diciembre

1 Corintios, capítulos 10 al 12

Todas las cosas nos son lícitas, pero no todas convienen, ni todas edifican.
Todas las cosas nos son lícitas, pero nosotros no dejaremos que ninguna cosa nos domine. (1 corintios 6:12, 10:23)

Somos esclavos de aquello que nos domina...
No dejemos que nuestros deseos nos dominen... Permitamos que sea el Espíritu Santo quien controle nuestras vidas, para que no sirvamos a nuestra carne sino a los deseos de nuestro Padre que está en el cielo.
Seamos esclavos de Cristo, y actuemos según las cosas que convienen a nuestra santificación, y que glorifican Su nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario