DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

3 de mayo de 2010

Nuestra lectura de hoy, lunes 3 de mayo

1 Crónicas, capítulo 29
2 Crónicas, capítulos 1 y 2

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, la victoria y el honor;
porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo.
Tuyo es también el reino, pues Tú, Señor, eres excelso.
Por eso Dios nuestro, te damos gracias
y alabamos tu glorioso nombre.
Tú escudriñas los corazones, y te agrada la rectitud.
Encamina el corazón de tu pueblo hacia ti,
y danos un corazón perfecto para guardar tus palabras.
(1 Crónicas 29:11, 13, 17-19)

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