DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

11 de marzo de 2010

Nuestra lectura de hoy, jueves 11 de marzo

Josué, capítulos 21 al 23

Ni una sola palabra quedó sin cumplirse de todas las buenas promesas que el Señor había hecho a los israelitas. (Josué 21:45) ¡Dios es fiel!

Amemos al Señor, andemos en Sus caminos, obedezcamos Su Palabra, sigámosle y sirvámosle con todo nuestro corazón y nuestra alma. (Josué 22:5)

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