• 2 Tesalonicenses, capítulos 1 al 3
Oremos para que la Palabra del Señor corra difundiéndose rápidamente y sea recibida por los que aun deben creer. (2 Tesalonicenses 3:1)
Seamos diligentes delante del Señor en oración; preocupémonos por las cosas del reino de Dios y porque sea dado a conocer el mensaje del evangelio.
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