• Jeremías, capítulos 15 al 17
El hombre que confía en los hombres, y que se apoya en sus propias fuerzas y aparta su corazón del Señor... se sentirá seco y vacío.
Pero los que confían en Dios, y ponen su esperanza en El... son como árboles plantados junto al agua, con sus hojas siempre verdes, y con fruto abundante. En época de sequía no se angustian, porque sus raíces se extienden hacia la misma corriente y toman el agua de ella; beben de la fuente de agua de vida, manantial de aguas frescas que nunca se secará.
Los que confían en el Señor, no serán defraudados!
(Jeremías 17:5-8)
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